Santa Cecilia

La sonda Voyager 1 salió del sistema solar para adentrarse en el espacio interestelar en septiembre de 2013. En su interior porta un disco que, a modo de presentación, de nuestro planeta, contiene sonidos representativos de la Tierra. La música de Johann Sebastian Bach ocupa una posición destacada entre ellos, por lo que la impresión que cause nuestra especie ante una inteligencia alienígena será inmejorable; sería de temer que un posterior contacto directo le resultara decepcionante. Pero si hubiese aterrizado este viernes durante el concierto de Santa Cecilia de la Catedral de Málaga, interpretado por la Capilla de Música Maestro Iribarren con el maestro Antonio del Pino a los teclados del órgano, el Bach que escuchase resonando en las bóvedas del templo mayor sería otro, mucho mejor que el enlatado. Si los humanos somos capaces de algo tan sublime, tal vez el visitante nos mire con buenos ojos, después de todo.


Publicado en Diario SUR el 21/11/2021.

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