La nave de los prodigios

Los Baños del Carmen constituyen una singularidad litoral de excepcional valor. Allí se citan dos de las facetas más representativas de nuestra ciudad: la burguesa y la marítima; son una pieza que, como Jano, muestra dos caras adosadas que miran en direcciones opuestas. El balneario es la Málaga ociosa y turística que contempla los atardeceres radiantes; pero, a su espalda e íntimamente imbricada con ella, está la ciudad laboriosa que mira tanto al barrio como a mar adentro, encarnada en Astilleros Nereo.

Allí, discretamente enhebrada en el tejido urbano de Pedregalejo, hay una nave de los prodigios en la que buceta, sardinal o jábega no son palabras conservadas en formol, sino materia viva en proceso de maduración. En su interior se conserva un tesoro de valor incalculable que los malagueños deberían conocer y estimar: la sabiduría ancestral de los antiguos constructores navales, transmitida de generación en generación.


Publicado en Diario SUR el 14/03/2021.

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